Cada 23 de junio muchos puertorriqueños y creyentes alrededor del mundo celebran la noche de San Juan. Esta es la noche más corta del año, para conmemorar el solsticio de verano.
La festividad conmemora el nacimiento de San Juan Bautista, patrón de la Capital homónima de Puerto Rico. Después de todo, fue Juan el que bautizo a Jesús. Es el único santo en el catolicismo, el cual no es conmemorado por el día de su muerte. Si no, por su nacimiento, seis meses antes que Jesucristo. Adicionalmente, esta tradición está relaciona al fuego, ya que se prendió una hoguera para anunciar el nacimiento de Jesús Cristo.
La velada se celebra con ritos en el agua, con el fin de despojarse de la mala suerte. Otras personas acostumbran hacer fogatas y saltar alrededor de ellas, porque el fuego al igual que el agua, están asociados con la purificación. Algunas de las tradiciones más populares tienen sus orígenes en las Hogueras de Alicante y la luna de fuego en Mérida, tradiciones celtas en Galicia o los juanillos de Cádiz. Se rumora que hay rituales específicos para cada signo zodiacal. Adicionalmente, se realizan rituales para la purificación del alma y atraer el amor.
Los balnearios se atestan de personas que aprovechan para refrescarse del calor del verano en las numerosas playas de Puerto Rico. La práctica más común es tirarse de espalda varias veces en el litoral, en números impares, puesto a que están asociados con la fortuna y buena suerte. Es la oportunidad perfecta para una noche de arena y agua, entre amigos y familiares.
Así que luego de la noche de San Juan continúa festejando y pasa por la Finca, disfruta de una vista panorámica al Mar Caribe, el Yunque y Vieques. Deslumbrante con el servicio de nuestro personal en un espacio con actividades para toda la familia.