Pasadía en el Yunque

Luego de lo que pareciera haber sido una semana eterna. ¡Al fin llega el weekend! Esta vez decidimos irnos de pasadía para el Yunque.

La majestuosidad del Yunque con sus flores endémicas, tabonucos centenarios, guamás y mameyes son algunas de más cosas que podrás encontrar. Un oasis refrescante en este verano intense es lo que estamos buscando. Al llegar te recibe la cascada “La Coca” con sus manantiales de agua cristalina y poder refrescarte del calor intenso del día. Más adelante está la Torre de Yokahú, según la mitología taína, hijo de Atabey y creador del sol, la luna, las plantas y los animales. 

En el camino hacia la Torre Britton, acompañados de una sinfonía compuesta por el canto de aves autóctonas como: la Cotorra puertorriqueña y el ruiseñor. Ascendimos por los bosques de Palma de la Sierra y el Bosque de Nubes, finalmente uno llega a la Torre Britton. Después del verdadero maratón, la brisa te llena los pulmones con aire puro. La vista solo puede ser descrita por las palabras de José Gautier Benítez: “Donde se alzan los montes con su manto de neblina”. Contemplas la Cordillera Central, el Océano Atlántico, el mar Caribe y la belleza de la creación y dices: Que hermoso es nuestro Puerto Rico. 

Nos hubiese encantado continuar hacia el Mirador Los Picachos; Baluarte construido durante la Segunda Guerra Mundial. De este punto se rumora que, en un día claro, se puede ver hasta la Costa de La República Dominicana. Sin embargo, el hambre nos venció, así que decidimos bajar y hacer una búsqueda para donde ir a cenar.  

Después de un largo y exhaustivo día en familia explorando la belleza de nuestra isla, decidimos aprovechar la escapada del área Metro para visitar unos de nuestros restaurantes favoritos, La Finca en Naguabo. Siempre que visitamos nos deslumbra la vista, desde la que aprecia la Sierra de Luquillo, Vieques y la base de Roosevelt Roads.   

En lo que esperábamos nuestra mesa, los niños jugaban en el área de los columpios y fuimos al área del Drive-In Taco Bar y nos dimos unos refrigerios y una picadera para hacer embocadura a lo que sería nuestra cena Familiar. En el área del Drive-In nos dieron la cartelera de la noche, está de más decir que nos quedaremos a la cartelera para terminar nuestro pasadía familiar con broche de Oro.

El momento culminante ha llegado y nos sentaron en la mesa, al tener página web y poder ver el menú con antelación, una vez ya sentados en la mesa ya estábamos listo para pedir los platos y solo quedaba esperar el momento de la verdad. Ahora lo que nos falta es lo único que uno quiere es que llegue El Patrón y una cerveza bien fría.

Una tarde y noche triunfosa fue lo que acontecimos en La Finca Naguabo, con lo mejor de la cocina Criolla, paisajes que sacan suspiros, servicio de primera y Auto-Cine impresionante y un ambiente familiar sin igual.


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